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MINISTERIO DE JUSTICIA ENTIDADES RELIGIOSAS DE DERECHO PUBLICO


DO 2012


MISIÓN UNIÓN CHILENA
María Soledad Santos Muñoz, abogado, Notario Público de la Séptima Notaría de Santiago, con domicilio en calle Agustinas número 1161, comuna y ciudad de Santiago, certifica: Ante la suplente de este oficio, doña Carmen Hortensia Soza Muñoz, por escritura de 19 de agosto de 2010, se constituyó una entidad religiosa de derecho público, de acuerdo a la ley 19.638, y cuyo extracto es el siguiente: Nombre: Misión Unión Chilena. Domicilio principal de la Entidad: Pasaje Tiziano número 3196, comuna de Puente Alto, Región Metropolitana. Registro Público Ministerio Justicia: número 02196, de fecha 14 de septiembre de 2010. Constituyentes: Marco Antonio Saavedra Oñate, cédula de identidad número 5.384.041-8; Nelson Gabriel González Lillo, cédula de identidad N° 5.163.942-1; Erner Edmundo Muñoz Carrasco, cédula de identidad N° 6.587.586-; Inelia Eliana Massud Oyarce, cédula de identidad N° 7.406.097-8; Mariluz del Carmen Valenzuela Rojas, cédula de identidad N° 13.130.791-8; Ramón Antonio Muñoz Carrasco, cédula de identidad N° 5.646.843-9; Patricia Oriana Quijada Contreras, cédula de identidad N° 6.571.263-6. Elementos esenciales que la caracterizan: Es una Iglesia Bautista del Séptimo Día, conformada por personas honestas y esforzadas, perseverantes, en las quienes se unen con el solo fin de adorar a Dios y ganar almas para Cristo. La iglesia abre sus puertas libremente a la comunidad, llevando un mensaje de fe y esperanza, que emanan del amor hacia Dios Todopoderoso, cuya fe y principio cristiano religioso han sido inspirados principalmente por la lectura y estudio de la Biblia, el amor hacia el Dios Todopoderoso, a su Hijo Jesucristo, y la manifestación del Espíritu Santo gran consolador. Creemos en Dios Todopoderoso, creador del cielo y la tierra, en su Hijo Jesucristo, quien vino a este mundo a redimir nuestros pecados, quien posteriormente fue crucificado por nuestras culpas, pagando un alto precio de sangre por la salvación de nuestras almas, siendo muerto por nuestros pecados; creemos que Jesucristo, resucitó de entre los muertos al tercer día y que luego aparece a sus discípulos. Antes de volver nuevamente con su Padre Jehová, nos deja al gran consolador de este mundo, que es el Espíritu Santo. Actualmente Jesucristo se encuentra sentado a la diestra del nuestro Señor Dios Todopoderoso. Creemos, además, en el santo bautismo por inmersión y en el perdón de los pecados y en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Fundamentos y principios en que se sustenta la fe de la Entidad: Declaración de Creencias Federación Mundial Bautista del Séptimo Día, aprobado en enero de mil novecientos noventa y dos. Política: La Iglesia Bautista del Séptimo Día considera que la libertad de pensamiento bajo la guía de las escrituras y del Espíritu Santo, son esenciales para la creencia y práctica cristiana. Por lo tanto, alentamos al estudio libre y a la discusión abierta de las escrituras. Defendemos la libertad individual de conciencia en la búsqueda a entender y obedecer la voluntad de Dios, por lo que no tenemos un credo obligatorio. La siguiente declaración no pretende ser exhaustiva, pero sí una expresión de nuestra común fe, que se deriva de nuestro entendimiento de las escrituras. Dios: Creemos en Dios, el Ser Supremo, personal, perfecto, infinito, espiritual y eterno; el creador, sustentador y soberano del universo; Nuestro Padre celestial, quien manifiesta un amor santo redentor hacia el hombre, perdonando al arrepentido, condenando al no arrepentido, y que desea compartir su amor en una relación personal con todos. Jesucristo: Creemos en Jesucristo, Dios manifestado en la carne. Él es nuestro salvador, maestro y guía, quien se ofreció a sí mismo en la Cruz como el sacrificio final y completo por el pecado y persuade a todos a venir a Él en amor y verdadera obediencia. Él es el mediador entre nosotros y el Padre sentado a su derecha, después de levantarse de entre los muertos. El Espíritu Santo: Creemos en el Espíritu Santo Dios morando en nosotros; el que inspiro las escrituras, el consolador, activo en los corazones, mentes y vidas de las personas, convence al mundo de pecado, da el nacimiento espiritual a los creyentes, instruye en justicia y fortalece para testificar y servir. La Biblia: Creemos que la Biblia es la palabra de Dios inspirada y es nuestra autoridad final en materia de fe y práctica. Los Diez Mandamientos: Creemos que los diez mandamientos son diez preceptos divinos, de aplicación al principio eterno y universal de amor, establecidos por Dios, escritos con su propio dedo en el Monte Sinaí, ampliados por Jesucristo y presentados por Él como el código moral para la humanidad. Pecado y Salvación: Creemos que pecado es la transgresión de la ley de amor en desobediencia a Dios, y nos separa de vivir de acuerdo a su voluntad. Todo el que rechaza arrepentirse de sus pecados y recibir a Cristo como su salvador será castigado en el juicio final. Creemos también que la salvación del pecado y la muerte es el regalo de Dios por su amor redentor, completado en la muerte y resurrección de Cristo, y se recibe solamente a través del arrepentimiento y la fe en Él. Vida Eterna: Creemos que la vida eterna está disponible a nosotros sólo por medio de nuestro Salvador Jesucristo, y se nos es dada cuando aceptamos su salvación, habiendo Él pagado por nosotros con su muerte la pena del pecado, y habiendo conquistado la muerte juntará no sólo a los que murieron en justicia sino también que todos los que vivan en su justicia, y los vestirá de cuerpos celestiales glorificados inmortales a su regreso con poder y gran gloria. La Iglesia: Creemos que la Iglesia de Dios son todos los creyentes redimidos, unidos por el Espíritu Santo, y hechos un cuerpo, del cual Cristo es la cabeza. Creemos que la Iglesia local es una comunidad de creyentes, organizados en un pacto de adoración, hermandad y servicio, proclamando y practicando las convicciones comunes mientras crece en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Creemos en el sacerdocio de todos los creyentes, y procuramos trabajar juntos para un testimonio más efectivo. Bautismo: Creemos que el bautismo de los creyentes por inmersión es un testimonio de la aceptación de Jesucristo como Salvador y Señor, y es un símbolo de muerte al pecado y nueva vida en Cristo. La Santa Cena: Creemos que la Santa Cena conmemora el sufrimiento y la muerte de Jesucristo nuestro redentor hasta que Él venga; es un símbolo de la comunión cristiana y fidelidad a nuestro Señor que se levantó de los muertos y vive. El Sábado: Creemos que el Sábado de la Biblia, el séptimo día de la semana, es un tiempo sagrado, un regalo de Dios, instituido en la creación, afirmado en los diez mandamientos, reafirmado por Jesucristo y los apóstoles. Creemos también que en respuesta de amor a la gracia de Dios para nosotros, como revelado en Cristo, el sábado debe ser fielmente observado como un día de descanso y alabanza, y que es un recordatorio de un tiempo en la presencia de Dios en su promesa de un descanso eterno en el Paraíso de Dios. Evangelismo: Creemos que Jesucristo nos comisionó como cristianos a predicar el evangelio a toda la gente por todo el mundo. Órganos de Administración, Atribuciones y Composición: 1. Pastor: Cargo que será desempeñado fielmente por una sola persona. El Pastor será designado como tal, por todos los miembros de la iglesia, luego de haber sido ungido precedentemente por otro pastor de iglesia evangélica con personalidad jurídica, quien le dará el respaldo y cobertura solicitada. La duración será de carácter indefinida, mientras cumpla en forma honesta, esmerada con las labores de la iglesia. La función principal del Pastor será la de presidir las reuniones religiosas, que normalmente se desarrollen dentro o fuera de la iglesia, convocar junto a los diáconos, las reuniones extraordinarias, enseñar sobre la Biblia, discipular a sus miembros; crear y designar nuevos cargos junto a los diáconos; como también proceder a la disciplina de otros miembros de la iglesia; llevar mensajes de paz y de amor a la comunidad, difundir el evangelio y los principios de Dios todopoderoso, el amor hacia Jesucristo y la manifestación del Espíritu Santo, realizar consejerías y velar por el buen funcionamiento de la iglesia. El Pastor tendrá, además, la representación judicial y extrajudicial de la persona jurídica de la iglesia, en todos aquellos asuntos que le competan a esta misma. 2. El Diaconato: La función de los Diáconos será la de aconsejar al Pastor en la toma de decisiones, pero cuyo consejo no es vinculante. Convocar junto al pastor a reuniones extraordinarias, además, deberá apoyarlo en todas aquellas actividades que le son propias a la iglesia, crear y designar junto al pastor, nuevos cargos; como también, el de aconsejar, discipular a sus miembros y en definitiva, asesorar, aprobar, discutir y resolver situaciones de interés general para la iglesia y sus miembros. Los integrantes del Diaconato durarán en sus cargos por dos años, mientras asistan permanentemente a las reuniones de la iglesia y demuestren un buen comportamiento en su vida diaria, acorde a la moral y a las buenas costumbres y, además, gocen de la confianza del pastor y los miembros de la iglesia. Éstos podrán ser reelegidos por otros dos años mientras sigan siendo idóneos en el cargo. 3. El Tesorero: El cargo de tesorero será desempeñado por un miembro de la iglesia y cuya designación será realizada por el Pastor y sus Diáconos. Son funciones propias del tesorero, administrar los recursos de la iglesia, conformados por la recepción de ofrendas, pactos y, en general, por toda subvención municipal, estatal, O.N.G. y de cualquier donación entre vivos o asignaciones por causa de muerte que le hicieren los miembros de la iglesia o terceros a cualquier título; además, depositar los ingresos de la iglesia en la cuenta corriente o de ahorro que ésta abra o mantenga; firmar conjuntamente con el pastor los cheques o retiros de dineros que se giren contra dichas cuentas; llevar la contabilidad de la institución, mantener al día el inventario de todos los bienes de la institución; Dar a conocer periódicamente a la iglesia el estado actual de los recursos y, en general, cumplir con todas las tareas propias del cargo. La persona del tesorero durará en el cargo dos años con derecho a reelección y desempeñará fielmente su labor, mientras cuente con la confianza del Pastor y los Diáconos. 4. El Secretario: Podrá ser nombrado Secretario cualquier miembro activo de la iglesia, designado por el Pastor y los Diáconos; durará en el cargo mientras cuente con la confianza de éstos. Son atribuciones propias del secretario llevar un libro de actas y un registro de los miembros de la iglesia; informar y notificar a los hermanos de las reuniones y actividades a realizar; redactar y despachar con su firma y la del Pastor la correspondencia y documentación de la iglesia y, en general, cumplir con las tareas que se le encomendaren. Santiago, 5 de julio de 2012.




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