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MINISTERIO DE JUSTICIA ENTIDADES RELIGIOSAS DE DERECHO PUBLICO


DO 916665 2015


(IdDO 916665)
IGLESIA METODISTA LUMINARES PENTECOSTAL
Marlene Lorena Contreras Soto, Oficial Primero, Notario Público de la Segunda Notaría de Coronel, Suplente del Titular don Rene Marcelo Arriagada Basaur, con domicilio y oficio en Coronel, Cochrane N° 130, piso 2°, certifico: Por escritura pública fecha 21 de enero de 2015, ante mí se redujo a escritura pública el acta de fecha 27 de septiembre del año 2014, fundación y aprobación de estatutos de la persona jurídica de derecho público: Nombre: Iglesia Metodista Luminares Pentecostal. Domicilio principal: Lota, calle Ingeniero Chaitt N° 15, sector Gabriela Mistral, sin perjuicio de las demás sedes que pueden establecerse en país o extranjero. Inscrita en el Registro Público del Departamento Personas Jurídicas, Unidad de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, N° 3571, de fecha 28 de abril de 2015. Constituyentes: Henry Alejandro Ruiz Almendra, Susana Elizabeth Araneda Guzmán, Lilian Jacqueline Bustos Salazar, Joaquín Nelson Araneda Sotomayor, Juan Carlos García Espinoza, Damián Wladimir Toledo Orellana, Mauricio Alex Barra Pezo, Lila Ester Contreras Voss, Paola Andrea Reuca Yáñez, Genoveva del Carmen Venegas Poblete, Segundo Moisés Cruces Salgado, Isamar Elizabeth García Ruiz, Karina Fernanda Gómez Aros, José Santos Urrea Vidal, Héctor Jacob Medina Retamal, Claudio Belisario Saavedra Lagos, Roxana del Rosario Vallejos Montoya, Magdalena Andrea Medina Sáez, Beatriz Angélica Medina Poblete, Violeta Margarita Torres Riquelme, Lilian Jacqueline Bustos Salazar, Luzmira del Carmen Ruiz Palma, Jacob Andrés Carrasco Garcés, Jorge Eduardo Ruiz Carvallo. Elementos esenciales que la caracterizan y los fundamentos y principios en que sustenta la fe que ella profesa: Creemos en Dios único, y padre de todos, santo e infinito, vivo, verdadero y eterno, de infinito poder y sabiduría, lleno de bondad y misericordia, omnisciente, soberano, omnipresente y omnipotente e inmutable, perfecto y justo, creador de todas las cosas visibles e invisibles. Creemos en El Hijo, el verbo desde el principio, verdadero y eterno Dios, verdadero hombre, concebido por el Espíritu Santo, cuyo nombre es Jesucristo o Emmanuel, y a quien según las escrituras, fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo y recibido arriba en gloria, le ha sido dada toda potestad en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y está sentado a la diestra de Dios Padre, sobre todo principado y potestad, potencia, señorío y se le dio un nombre sobre todo nombre, para que en el nombre de Cristo Jesús se doble toda rodilla. Él es la cabeza de la Iglesia, es nuestro Salvador, Redentor y Señor, nuestro Abogado y único Mediador entre Dios y los hombres. Creemos que la salvación del ser humano responde a la gracia de Dios y requiere de la sola fe en Jesucristo; es personal, comunitaria y escatológica. Creemos que Jesucristo fue concebido por el Espíritu Santo, murió en la cruz por todos los hombres y todos los que creen en El son justificados por su sangre preciosa, resucitó de entre los muertos al tercer día conforme a las Escrituras, ascendiendo al cielo ante muchos testigos, donde volverá a venir según lo escrito en el libro de los Hechos capítulo uno versículos nueve, diez y once.- Creemos en el Espíritu Santo y que El procede del Padre y del Hijo, y que estos son uno, y que es verdadero y eterno Dios, omnisciente, omnipresente y omnipotente, que consuela a la iglesia, enseña y santifica a los creyentes. Creemos en la trinidad del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, todos iguales, en cuanto a su perfecta y suprema divinidad. En sus relaciones para con la humanidad; el padre se nos presenta como Creador, Preservador y Gobernador del universo conocido y desconocido aún por el hombre; el Hijo, como Revelador de la divinidad y Redentor de la humanidad; el Espíritu Santo, como el Consolador, Santificador y quien convence al hombre de pecado, juicio y justicia, quien guía a la Esposa, la Iglesia, a su encuentro con su Señor y Esposo. Creemos en la inspiración plena y verbal de las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento, en sus documentos originales como la palabra de Dios, auténtica y fidedigna, ella constituye una revelación completa de la voluntad de Dios para salvación de los hombres, y son, por lo tanto, la única fuente divina de la fe y la práctica cristiana. Creemos que el hombre fue creado originalmente a imagen y semejanza de Dios, cayó por desobediencia, teniendo como consecuencia la muerte física y espiritual. Todos los hombres nacen con una naturaleza pecaminosa, hallándose, por lo tanto, desprovisto de la vida divina, y solo pueden ser salvos mediante la obra expiatoria del Señor Jesucristo; a los que le que reciben, a los que creen en su nombre, les da potestad de ser llamados Hijos de Dios, según el evangelio de San Juan capítulo uno versículo doce. Habrá una resurrección después de la muerte para los justos y los injustos; los primeros para salvación eterna y los segundos para condenación eterna. Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, un organismo más bien que una organización. La edificación de la Iglesia es la obra preeminente de Cristo, de acuerdo a sus propias palabras en el libro de Mateo capítulo dieciséis versículo dieciocho, de la cual él es la cabeza. La Iglesia es un cuerpo, un Espíritu, una misma esperanza, un mismo Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos, según la carta de Pablo a los Efesios capítulo cuatro versículo cuatro. Creemos que es la voluntad de Dios que cada creyente sea enteramente santificado mediante la obra del Espíritu Santo, siendo por ello apartado del mundo y del pecado y plenamente consagrado a Dios, para una vida santa y un servicio efectivo. Esta obra del Espíritu Santo en el creyente, llamada santificación, se reconoce como una experiencia de crecimiento, posterior a la conversión del creyente. Creemos que de acuerdo con las profecías de ambos testamentos y las promesas dadas a Israel, el reinado mesiánico y milenario de Cristo será establecido mediante su propio advenimiento personal y visible a la tierra en poder y gloria. Es esta, una verdad práctica que debe estimular poderosamente la obra de evangelización y la pureza de la vida.- Creemos en el cielo, un lugar de gozo y perfección, que será reposo para los creyentes, lugar en que Dios enjugará toda lágrima de estos, lugar de Bienaventuranzas, felicidad y adoración eterna. Creemos en el bautismo en agua por inmersión (sepultación) como manifestación subjetiva y pública de nuestra fe.- Creemos en la celebración de la Santa Cena establecida por nuestro Señor Jesús en el Libro de Lucas capítulo veintidós versículo diecinueve, la cual deberá ser celebrada según lo establecido por el Apóstol Pablo en el Libro de primera de Corintios capítulo once versículos veintitrés en adelante. Creemos en la presentación de los niños al Señor, según el Evangelio de Marcos capítulo diez versículo trece en adelante. Creemos en el Matrimonio entre un hombre y una mujer, según lo establecido en el Evangelio según San Mateo capítulo diecinueve versículo cuatro al seis. Creemos que el divorcio deber ser tratado entre los creyentes de la siguiente manera: a) Manda el Señor y no la Iglesia; que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer, b) y a los demás; si algún hermano tiene mujer que no sea creyente y ella consciente en vivir con él, no la abandone, asimismo en el caso de la mujer. Cada persona recién convertida, permanezca para con Dios en el estado en que fue llamado, pero también si pueden hacerse libres, procúrenlo más, según lo establecido por el Apóstol Pablo en la Carta a Los Corintios capítulo siete versículo uno en adelante.- Creemos en el principio voluntario respecto de la fe y de la vida comunitaria para su desarrollo. Todo ser humano tiene el derecho inalienable de adorar a Dios dónde, cuándo y cómo su conciencia le dicte. La conciencia del cristiano está iluminada por los valores bíblicos del reino de Dios. Esta conciencia es garantía moral a favor de toda buena costumbre social. Sustentamos el principio de la autonomía de la Iglesia respecto del Estado, y del Estado respecto de la Iglesia. El Estado es una institución legítima, que vela por el orden, la justicia y la salud de la sociedad temporal; la Iglesia es una sociedad evangélica, convive la fe que actúa por el amor, evangeliza y educa sobre la base de la fe, según el Espíritu de Jesucristo y es eterna. El órgano de administración y dirección superior de la Iglesia es el Directorio: Estará formado por siete personas: Un Presidente, Vicepresidente, Secretario, Tesorero, y tres Directores. El Presidente del Directorio, lo será también de la iglesia, la representará judicial y extrajudicialmente, el Presidente será también Obispo de la Iglesia. Son atribuciones del Directorio Eclesial: a) Dirigir la iglesia y velar que se cumplan y acaten sus principios, objetivos y estatutos; b) Administrar los bienes de la iglesia e invertir sus recursos; c) Citar a las conferencias o asambleas generales ordinarias y extraordinarias; d) Redactar los reglamentos que estime necesarios para su mejor funcionamiento, en las materias que le son propias; e) Cumplir los acuerdos de las conferencias o asambleas generales; f) Rendir cuenta en la conferencia o asamblea general ordinaria, tanto de la marcha de la iglesia, como de la inversión de sus fondos; y g) entregar, al término de su período, una cuenta circunstanciada de su gestión al Directorio entrante. Habrá Conferencias Generales Ordinarias y Extraordinarias, de todos los hermanos. En las Ordinarias podrá tratarse cualquier asunto relacionado con los intereses de la iglesia. En las Conferencias Extraordinarias podrán tratarse únicamente las materias indicadas en la convocatoria. Demás antecedentes constan en escritura extractada. Coronel, a 29 de mayo de 2015.




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